Chorrera del Hornillo
Chorrera del Hornillo

Tras un día entero de marcha, el simple bienestar de estirar las piernas, satisfacer el hambre sencillamente, saciar la sed tranquilamente y contemplar el día que termina, la noche que cae despacio. El cuerpo sin hambre ni sed, sin dolor, el cuerpo en reposo, y sentirse vivo simplemente, todo ello le basta a la alegría más alta, de una intensidad pura, de una modestia absoluta: la de vivir, la de sentirse aquí, la de saborear la propia presencia y la del mundo en armonía.

Frédéric Gros, «Los estados del bienestar», Andar. Una filosofía,
ed. Taurus, 3ª ed., Barcelona, 2015, pág. 153.


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