ovejasNada importa, pues, más que no seguir, como ovejas, al rebaño de los que nos preceden […] Y ciertamente nada nos envuelve en mayores males que acomodarnos al rumor, persuadidos de que lo mejor es lo admitido por el asentimiento de muchos, tener por buenos los ejemplos numerosos y no vivir racionalmente, sino por imitación.

(Séneca, Sobre la felicidad).

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