Un párrafo final de aviso: no os queméis a vosotros mismos. Sed como yo soy, un entusiasta reacio, un cruzado a tiempo parcial, un fanático a medias. Guardad la otra mitad de vosotros mismos y a vuestras vidas para el placer y la aventura. No es suficiente luchar por la Tierra, es más importante disfrutar de ella. Mientras podáis. Mientras estéis todavía aquí. Así que salid y pescad, y cazad y perded el tiempo con los amigos, pasead de aquí para allí, explorad los bosques, escalad montañas, acumulad cumbres, recorred los ríos, respirad profundamente el dulce aire, sentaos y contemplad la belleza del silencio, el hermoso, maravilloso y misterioso espacio. Disfrutad de vosotros mismos, mantened la cabeza firmemente unida al cuerpo, el cuerpo activo y vivo. Y yo te prometo mucho más. Yo te prometo una dulce victoria sobre nuestros enemigos, sobre los hombres atados a un escritorio, sobre las mujeres con el corazón en una caja de seguridad y los ojos hipnotizados por los número de una calculadora.

Edward Paul Abbey.

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