Con un cuarto de hora de retraso correspondiente a las debidas presentaciones, ajustes del equipo y algún que otro cambio de impresiones, salimos del camping a las 10:15: cruzamos las puertas del recinto e inmediatamente giramos hacia la izquierda para coger el camino forestal que atraviesa el Valle Enmedio paralelo a su arroyo. Los integrantes del grupo: Pilar, su hijo Fernando, María, Raúl, sus hijos Malena y Diego y un servidor.

Malena y Diego pensaban que estaban de vacaciones, pero no se libraron de tener que recordar algunas lecciones de la asignatura «Conocimiento del Medio», pues a lo largo de la ruta tuvimos multitud de elementos que observar, tanto vegetales como minerales… Lo de los animales ya es otra cuestión, aunque algún buitre vimos, porque tienen la mala costumbre de huir cuando nos oyen llegar; y nos oyen desde lejos. Comenzamos hablando del bosque de pinos silvestres en el que nos encontrábamos. Hablamos del granito y de su formación en el interior de la tierra, de los movimientos tectónicos, diaclasas y plegamientos. También hablamos de la leyenda de la Peña Blanca, donde dicen que el diablo dejó una bolsa repleta de monedas de oro para el primero que llegase arriba.

Tras realizar una pequeña parada en el refugio, el cual se encuentra en bastante mal estado, reemprendimos la marcha. Desde el refugio salen tres caminos, uno a la derecha que sube a la loma de Peña Blanca, otro de frente hacia el cerro y el de la izquierda por las Navas del Toril. Seguimos este último, pues es el más directo a la vez que relajado, ya que no sube al cerro que hay entre nosotros y Cueva Valiente, subida innecesaria para nuestros fines.

Bordeamos pues, dicho cerro y fuimos a parar a la pista antiguamente asfaltada que llega hasta la misma cumbre de Cueva Valiente… Lo cierto es que ignoramos si dicha carretera data de la Guerra Civil, probablemente sea posterior, dado que los inviernos, a casi 2000 metros de altitud, agrietan el asfalto en pocos años. Cueva Valiente es una cumbre redondeada, no es agreste y, por lo tanto era un sitio estratégico donde ubicar una posición militar. Así hizo el ejército nacional durante la guerra. Desde esta posición hasta Cabeza Líjar hacia el este y hasta Peguerinos hacia el sur, se extendían líneas de trincheras y fortines vigilando las cumbres de La Salamanca, La Carrasqueta, Abantos, etc., pertenecientes al ejército republicano.

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Pero dejemos estas cosas de la guerra y de la muerte para celebrar la vida; y ¿cómo mejor hacerlo que tomando un agape por pequeño que sea? Tras subir a las rocas donde se encuentra el vértice geodésico, echar un vistazo en derredor y contar al grupo cuáles eran las cumbres que desde allí se divisaban, bajamos al abrigo del aire y sacamos las viandas que llevábamos para el momento. Poca cosa, ya que eran las 12:20 de la mañana y había que dejar espacio para  la comida.

El nombre de la cumbre, Cueva Valiente, procede de la cueva que se encuentra unos 300 m más abajo en dirección norte. Parece ser que se trata de la cueva donde se ocultaba el famoso bandolero Juan Peña, terror de las caravanas que transitaban por el Puerto del León, tras su apertura en el siglo XVIII como paso entre Segovia y Madrid. Lo de «valiente» procedería de que la cueva, tras ser capturado o muerto el bandido y su banda, era utilizada por los mozos de los alrededores como rito de tránsito a la edad adulta.

Después del piscolabis nos encontramos ante la decisión de si bajar a la cueva o no. El problema era que se nos alargaría un rato más la excursión. Decidimos bajar unos cuantos para volver a subir después. La bajada es bastante empinada, no apta para rodillas castigadas, con alguna zona deslizante por la tierra; no obstante merece la pena por visitar la cueva y por ver el esqueleto de caballo que se encuentra cerca de ella.

La bajada y subida nos llevó 50 minutos, tras los cuales emprendimos la vuelta hacia el camping. Primero por la carretera hasta la curva cerrada en la loma de El Toril. Desde la carretera se podían observar restos de fortines a nuestra izquierda, en unas rocas elevadas. Comenzamos a descender por la citada loma, pero en el collado antes del cerro de El Toril, nos desviamos a la izquierda, hacia el arroyo, obviando la visita al fortín del mismo nombre, pues ya el tiempo no nos daba para más. Siguiendo el arroyo, por su margen izquierda, transcurre una pista bastante cómoda para ya nuestras castigadas piernas.

Pasamos por la pequeña presa y entre el rebaño de vacas que pastan por allí. El camino termina justo en la puerta de atrás del camping de Peguerinos, para acceder al Camping de Valle Enmedio hay que desviarse un poco antes por un camino o un poco después por una vereda, cuando se ven las puertas de emergencia.

Terminamos la marcha a las tres de la tarde, una hora más de lo previsto y con mucha hambre.


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Dom. 16-08-2015, 10:00 am
Lugar de salida y llegada: Camping Valle Enmedio (Carretera Alto de los Leones, Peguerinos – Ávila)

Distancia: 12’5 km.
Desnivel: 550 m. de subida y 550 de bajada.
Tiempo con paradas 4 h. (aprox).
Dificultad: Técnicamente fácil y físicamente moderado.

Ruta de senderismo por el Valle Enmedio y las Navas del Toril hasta Cueva Valiente. En función de la hora intentaremos visitar la cueva para regresar por el Colllado de la Gargantilla y el Toril. A lo largo de la ruta podremos ver fortificaciones y trincheras de la Guerra Civil.

Intentaremos estar a las 14 h. en el camping para comer, pero no vamos a reservar (por si acaso).

Recordad las Recomendaciones prácticas para salir al campo o la montaña

Para apuntarse:


(*) Hasta 14 años inclusive.

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