narciso
La metamorfosis de Narciso (Salvador Dalí).

En el senderismo, la alegría es un sonido de fondo. En momentos determinados, por supuesto, habrá esfuerzo y dificultad. Habrá también satisfacciones puntuales. Una mirada orgullosa para contemplar, tras de sí, la caída de una pendiente abrupta. Sin embargo, demasiado a menudo esas satisfacciones dan pie a reintroducir cantidades, resultados y cifras (¿qué desnivel?, ¿cuánto tiempo?, ¿qué altitud?). Y caminar se convierte en una competición. Por ello, el senderismo de alta montaña (conquista de cimas, desafíos que aceptar) siempre es un poco impuro, porque da lugar a satisfacciones narcisistas. Lo que domina en el senderismo, lejos de las aclamaciones fanfarronas, es la alegría sencilla de poner a prueba el cuerpo en la actividad más arcaicamente natural. Hay que ver al niño que da sus primeros pasos: esa radiante alegría que le produce poner un pie delante del otro.

Frédéric Gros, Andar. Una filosofía,
ed. Taurus, 3ª ed., Barcelona, 2015, págs. 152-153.

Vale, Frédéric, pero ¿quién dice que debamos ser totalmente puros?: https://www.elcaminanteysusombra.com/senderismo-xtreme/


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