Este fin de semana hemos estado de viaje por los bosques de Hervás, en el Valle del Ambroz, fundamentalmente de robles y castaños, que esta época de otoño presentan unos coloridos ocres espectaculares, aunque también había olmos y arces de Montpelier que salpicaban el paisaje con otros tonos más amarillentos y anaranjados.
Hemos realizado dos excursiones. La primera por el castañar, de 9 km (aunque puede reducirse a 7 o ampliarse a 13, saliendo desde la plaza de toros. Hay que decir que esta ruta transcurre por carretera durante 2 tramos de unos 2 km cada uno. No obstante es una carretera por la que apenas pasan vehículos y la excursión merece la pena, ya que la visión de los colores ocres y amarillentos de los castaños, contrastando con el verde del resto de la vegetación, es un espectáculo que no podemos perdernos. En esta época además, podemos deleitarnos con la visión de hongos y setas que, si los poco amigos de las venenosas no se avienen a estropearlas, salpican las lindes del camino.
Castañar de Hervás
La segunda excursión que hicimos fue la de la Chorrera de Hervás, un salto de agua de unos 15 m. que el curso del río Ambroz ha de realizar en su camino hacia su desembocadura en el Alagón. Partiendo de la presa del Horcajo nos dirigimos hacia el río Ambroz bordeando la loma norte por una pista de tierra y cemento hasta las inmediaciones de la central eléctrica. Un poco antes nos desviamos por un sendero; enseguida, empieza a ascender por la loma en un zigzagueante trazado que, tras 22 curvas, nos lleva hasta la balsa de agua que nutre a la central. Dicha balsa se llena a través de una acequia que seguiremos en todo su trazado hasta que nos deje a unos 300 m. de la chorrera. A lo largo de todo este camino podremos ver multitud de árboles caducifolios entre los que abunda el roble. Como arbusto importante destaca el majuelo que, con sus frutos, también nos deleita el paladar. Y al final del camino, la imponente chorrera.
Cascada de Hervás
Pero no solo de bosques y caminos vive el senderista, sino de todo aquello que existe entre camino y camino: pueblos, iglesias y posadas. Hervás es una localidad con historia y con encanto. Su judería es de las más importantes de España; sus iglesias, joyas del Barroco; su gastronomía, la propia de Extremadura. Caminar por sus callejuelas y disfrutar de sus viandas es otro de los placeres que no podemos perdernos.